Había una vez, un carpintero llamado Gepetto, un señor muy bueno y trabajador, que se sentía muy sólo y por eso, un día construyó un precioso muñeco de madera al que llamó Pinocho. Aquel día, Gepetto se durmió pensando que ojalá aquel muñeco se convirtiese en un niño de verdad, ya que él siempre había querido tener un hijo. Como Gepetto había sido siempre un buen hombre y lo deseó con todas su fuerzas, un hada se apareció y con su varita dió vida a Pinocho, que se convirtió así en un niño de madera, no sin antes advertirle unas cuantas cosas: si Pinocho se portaba mal le crecerían unas orejas de burro y si decía mentiras, su nariz se iría haciendo más y más larga, y para que Pinocho tuviese ayuda, le dejó a cargo de Pepito grillo, que a partir de ahora sería algo así como su conciencia....
Al día siguiente, cuando Gepetto despertó, se encontró maravillado con aquella sorpresa: hola Papá, le dijo Pinocho....Gepetto no podía creer lo que veía!!!
Pasaron los días y poco a poco Pinocho se fué adaptando a su nueva vida, la vida de un niño normal...iba al colegio, salía a jugar....pero un día, mientras iba camino de la escuela, se cruzó con unos niños malos y decidió seguir sus aventuras y no ir a la escuela...así que de golpe le crecieron las orejas de burro...todos se reían de él!!! Pepito grillo, intentó convencer a Pinocho de que no iba por buen camino, pero éste no hacía más que engañarle y por eso, Pinocho se encontró con una enorme nariz de madera...Y al final, acabó metiéndose en un montón de líos por no hacer caso a su papá ni a su amigo el grillo....(esta es una buena moraleja, jejejeje) Gepetto, muy preocupado, salió a buscar a su hijo por todos sitios...cuando Pinocho se dió cuenta de que se estaba comportando muy mal, decidió volver a cas, pero cuando llegó, se encontró con que su papá no estaba allí...y fué buscando y buscando, hasta que averiguó que se lo había tragado una ballena!!!! Y todo por su culpa!!! Pinocho decidió entonces que tenía que solucionar esto como fuese y espero a que la ballena abriese su boca para entrar en ella y encontrarse entonces con su papá, que aunque no eran las mejores circunstancias, se alegró tanto de verlo..... juntos, idearon un plan para escapar de allí....hicieron una fogata y esperaron hasta que la ballena empezó a toser, y entonces, aprovecharon para escapar!!
A la vuelta a casa, Pinocho pidió perdón a su papá y le prometió que nunca más se portaría mal, y no le creció la nariz, así que lo decía de verdad!!!! Como recompensa, el hada volvió esa noche y convirtió a Pinocho en un niño de carne y hueso y fueron felices para siempre!!!
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado!!! Que tengáis dulces sueños!!!!
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